Opinión: Ozark (1ª Temporada)
Obviando el hype con el inminente estreno de The Defenders, no está siendo un año estelar para Netflix. De sus estrenos el único que ha conseguido tener un éxito acorde con la plataforma tanto para la crítica cómo el público ha sido 13 Reasons Why, pero tanto las polémicas cancelaciones como alguna renovación algo extraña se están llevando para sí el foco mediático de la cadena y posiblemente sea el año en el que las nuevas series de la plataforma estén pasando más de puntillas en el panorama televisivo. Es hora de analizar Ozark, el último estreno de drama de Netflix que se lanzó el pasado viernes.
La figura del antihéroe criminal es un carta que si no asegura el éxito, por lo menos sí la atención de un buen número de espectadores. Series como Los Soprano o Breaking Bad nos han demostrado que nos encanta meternos en la piel y empatizar con personajes oscuros y de moralidad dudosa, seres despreciables pero que se terminan metiendo en nuestro corazón y a los que al final llegamos a odiar y a amar al mismo tiempo. Netflix ha tenido ya suerte apostando en tipo de series con la magnífica Narcos, pero en la plataforma han decidido ir al doble o nada y se han lanzado con otra serie más de temática criminal.
El párrafo anterior no es casualidad, porque este subgénero del drama nos ha dejado alguna de las joyas más brillantes de la televisión y cuando haga la siguiente comparación no quiero que quien me esté leyendo piense que he tirado por una argumentación vaga y fácil: Ozark en esta primera temporada presenta sus credenciales para ser la sucesora espiritual de Breaking Bad. Es imposible ver el piloto y que no se te venga encima el recuerdo de la obra maestra que nos dejó Vince Gilligan, la temporada en general está plagada de similitudes con la serie de la AMC: un protagonista que aparenta ser buena persona pero que arrastra a todo su núcleo familiar al sórdido mundo del delito y los cárteles, un ritmo lento y pausado en el que la trama se va cocinando a la velocidad necesaria, una parte del mundo criminal teóricamente apartada de las calles, personajes que si bien son distintos, sus roles recuerdan mucho a los de la citada Breaking Bad y un montón de pequeños detalles que te hacen pensar que los guionistas han seguido un camino marcado por la ficción de Walter White. Puede sonar a producto poco imaginativo, pero hay que reconocer que hay que ser valientes para realizar una serie con tantos puntos en común con una leyenda reciente de la televisión y encima hacerlo bien, porque a pesar de compartir muchos puntos y salvando las distancias, Ozark es una serie que consigue con la misma base hacer algo distinto y bueno.
Ozark nos presenta a un contable llamado Marty que junto a un socio se dedica blanquear el dinero de un peligroso cártel mexicano. Los problemas empiezan cuando el cártel descubre que alguien les ha estado robando dinero y acaban con su socio junto al resto de empleados, logrando salvar su vida (y la de su mujer) al convencer al cártel de llevarse la operación de blanqueo a una pequeño pueblo turístico junto al lago Ozark. En ese momento Marty se tendrá que llevar a toda su familia a ese lago bajo la amenaza constante del cártel y de los propios criminales de su nuevo hogar.
La temporada consigue atraparte desde el minuto uno, teniendo un desarrollo totalmente creíble y consiguiendo que hasta los momentos más sorprendentes sean coherentes con lo visto hasta ese momento. Mantiene un nivel bastante uniforme durante los 10 capítulos, en los que si no contamos el innecesario (pero revelador) episodio flashback, es complicado decidir cuál ha sido el mejor.
En cuanto a personajes, tengo que volver a la comparación de los primeros párrafos, pues aunque sean bastantes distintos entre ellos no pensar en Walter, Jesse o Skyler con Marty, Ruth y Wendy se va convirtiendo una tarea bastante dura con el paso de los episodios. Evidentemente estos tres son los que más peso llevan en la trama y que encima están acompañados con las mejores interpretaciones de la serie.
A mí me ha sorprendido bastante y salvando las distancias recupera un fragmento que aquella parte de nuestro corazón que se nos murió el 29 de Septiembre de 2013. Es cruel ponerle como meta el nivel que alcanzó la joya de AMC, pero por lo menos Ozark deja semillas en esta primera temporada, que si logran germinar bien, pueden dejarla como una de las mejores series en emisión de los próximos años.