Se ha vuelto ya tradición en este blog el comentar la situación de cada personaje antes del comienzo de una nueva temporada de Game of Thrones, y este año no iba a ser menos, sobre todo por el hecho de que ha sido el mayor parón de la serie desde que comenzara su emisión, dado que entre la sexta y la séptima ha habido una diferencia de un año y unos pocos días, cuando normalmente no solía llegar al año. Por lo tanto, comenzamos con el repaso de qué les pasó a nuestros protagonistas en la pasada temporada, y lo haremos de norte a sur, para acabar al este.

“The past is already written. The ink is dry”

Una de las frases más importantes que nos dejó el Cuervo de Tres Ojos antes de ser asesinado por el Rey de la Noche la pasada temporada, y que sin duda sirve para que Bran comprenda que por mucho que lo desee, lo pasado, pasado está, con todo lo que eso supone.

Bran Stark tuvo un año sabático, dado que en la quinta temporada no lo vimos y regresó a Game of Thrones en el 6×02. Su trama fue probablemente la mejor de la sexta temporada, dado que cada una de sus intervenciones nos mostraba fragmentos pasados, a cada cual más relevante e importante. Comenzamos en el 6×02 con un vistazo a lo que fue una Invernalia apacible, feliz, despreocupada de los problemas del resto de Poniente, con los jóvenes Ned, Benjen y Lyanna Stark ajenos a todo lo que estaba por venir a continuación y disfrutando de su infancia, de la misma forma que Wyllis (verdadera identidad de Hodor), del que descubriríamos qué ocasionó que en la actualidad lo conociéramos así.

En el 6×03, se nos mostró un momento que los fans de las novelas hemos ansiado ver en pantalla durante todos estos años: nada más ni nada menos que la batalla a los pies de la Torre de la Alegría. Los hombres de Ned Stark contra los de Arthur Dayne, la Espada del Amanecer, cuando el norteño fue al sur de Poniente a rescatar a su hermana Lyanna. Creo que la mayor parte de los lectores podemos quedarnos satisfechos con lo mostrado en este episodio, porque la pelea me parece muy lograda, y salvo mínimos detalles, los primeros momentos de la escena son calcados a lo que George RR Martin cuenta en Juego de Tronos, el libro inicial de la saga.

El primer punto álgido de la trama de Bran lo tenemos con el 6×05, The Door, cuando el Rey de la Noche y su ejército llegan a la guarida del Cuervo de Tres Ojos, como consecuencia de que el joven Stark miró cuando no debía, y donde no debía. Además, antes del momento “hold the door”, conocimos el origen de los Caminantes Blancos, que fue a causa de los Niños del Bosque, la milenaria raza de seres que queda extinguida en este capítulo. El ejército de los muertos, en su única intervención de esta temporada, arrasa el lugar, llevándose por delante, como decía, a los últimos Niños del Bosque, a Verano, el lobo huargo de Bran, al Cuervo de Tres Ojos, y a Hodor, que se sacrifica, quizá conscientemente, quizá obligado todavía por la influencia de Bran, para darle a él y a Meera la oportunidad de escapar de allí con vida. El círculo se cerraba y se nos mostraba que el recién convertido Cuervo de Tres Ojos es el causante de que Hodor siempre diga Hodor y nada más, una reducción del “hold the door” que le grita una Meera desesperada por salir de allí. Puede que una de las escenas más desgarradoras de toda la serie, y un final de episodio que no deja a nadie indiferente, convirtiéndose en uno de los mejores capítulos de la temporada por méritos propios.

En el 6×06, Blood of my Blood, retomamos justo donde lo dejamos, con los jóvenes norteños huyendo a duras penas de los espectros que les persiguen, para reencontrarnos con otro de los personajes del cual se han realizado muchas teorías en la saga, Benjen Stark, que los salva y los pone a buen recaudo, para dejarles en el 6×10, Winds of Winter, a un paso del Muro, y de los Siete Reinos. No obstante, en la Season Finale, Bran nos deja otra escena de esas que los lectores esperábamos, y quizá algún espectador avispado. El joven Stark se quedó con ganas de ver qué sucedía en la Torre de la Alegría, y sigue a su padre hasta los aposentos, donde una moribunda Lyanna le entrega a su hijo recién nacido para que lo proteja de Robert y le cuide. Este bebé no es otro que Jon Snow, y su padre, por si alguien tiene dudas (¿en serio? ¿todavía lo dudáis?), no es otro que Rhaegar Targaryen, hermano mayor de Daenerys y que murió a manos de Robert Baratheon en el Tridente. Por lo tanto, la teoría más clásica de Canción de Hielo y Fuego quedaba confirmada: R (Rhaegar) + L (Lyanna) = J (Jon). Un cierre de trama genial que, como decía al comienzo de este apartado, la sitúa como una de las mejores (por no decir la mejor) de la sexta temporada.

Jon Snow: de muerto a Rey en el Norte, en cómodos plazos y sin intereses

Quién nos iba a decir que el bastardo más famoso actualmente de Poniente iba a terminar coronado como el Rey en el Norte, cuando al comienzo de la sexta temporada estaba más tieso que la mojama. Pero cosas del destino de HBO, en esas estamos a pocos días del comienzo de la séptima temporada.

Otro de los debates más extendidos a lo largo de seis años (el tiempo que ha pasado desde que Martin publicara Danza de Dragones) entre los lectores era si Jon estaba del todo muerto, o si Melisandre le resucitaría, y cómo. En cuestión de dos episodios, ya teníamos a Jon de nuevo con vida, y en el tercero colgando a los conspiradores que le mataron (incluido al dichoso Olly), y renunciando a su cargo de Lord Comandante de la Guardia de la Noche, al entender que su Guardia había concluido al morir, pues eso dice el Juramento, “No terminará hasta el día de mi muerte”. Me hubiera gustado ver qué hubiera hecho Jon de no ser porque Sansa decidió presentarse en el Muro justo antes de que decidiera partir, pero bueno, lo dejamos para el imaginario colectivo.

Su hermanastra tuvo un arranque de temporada movido, continuando justo donde lo dejamos en la Season Finale de la quinta, con ella y Theon huyendo de Ramsay. Rápidamente, se solventa el problema, dado que Brienne acude al rescate justo a tiempo y cumple (no sé cuántas temporadas después) el juramento que le hizo a Catelyn Stark. Ahí los caminos de Theon y Sansa se separan, partiendo él hacia las Islas del Hierro y ella hacia el Muro.

Con Jon y Sansa nuevamente unidos en el 6×04, el punto de atención en la trama norteña se centra en la reconquista del Norte por parte de los simpatizantes Stark, algo que se antoja complicado, dado que el único apoyo inicial con el que cuentan es con el ejército salvaje que cruzó el Muro en la quinta temporada. Por ello, Davos, Sansa y Jon comienzan el tour por las casas norteñas, para recabar apoyos y hombres para nutrir sus filas para acometer el asalto a la Invernalia custodiada por Ramsay Bolton, que recordemos mató a su padre en el 6×02 y se autoproclamó Guardián del Norte. Mientras el núcleo duro de los protagonistas en el Norte viajan por los diferentes bastiones de las diferentes casas, Sansa manda a Brienne a Aguasdulces para solicitar el apoyo de su tío, el Pez Negro, que regresa esta temporada y se había apoderado de nuevo del hogar ancestral de los Tully, que estaba en posesión de los Frey tras la Boda Roja. Además, rechaza inicialmente el apoyo de Meñique y los caballeros del Valle, algo que posteriormente cambiaría para beneficio de los Stark.

Tras reunir lo poco que pudieron encontrar, y sin apoyo por parte de los Tully, Jon y Sansa se dirigen a Invernalia para enfrentarse a Ramsay en el 6×09, por lo que todos sabíamos lo que supone un capítulo 9 de Game of Thrones, y encima con ese título, Battle of the Bastards. En el que sin duda es uno de los mejores episodios de la temporada y de la serie, vemos una batalla que hizo historia en la televisión, donde las tropas de Jon Snow a punto estuvieron de perder, de no ser por la intervención de los Rohirrim caballeros del Valle, que llegan en el último minuto para salvar el día. Tras ese espectáculo visual, los Stark recuperan Invernalia, y Ramsay es derrotado, con una última escena de lo más impactante, siendo devorado por sus perros mientras Sansa observa.

Además, parece que los guionistas tuvieron a bien recuperar lo sucedido en el infame 5×09, con la pobre Shireen Baratheon siendo quemada en la hoguera por una razón bastante estúpida, gracias a que Davos encuentra los restos de la pira, y obliga a Melisandre a contarle a Jon lo sucedido. El bastardo la destierra, ante la amenaza de que si pisa de nuevo el Norte será colgada por asesina. ¿Volveremos a ver a la Bruja Roja en la séptima?

Por último pero no menos importante, Jon es coronado como Rey en el Norte, en una escena que recuerda a la que vimos en la primera temporada con Robb Stark, aunque con el agravante de que Jon es un bastardo, desertor de la Guardia de la Noche, e ignoran a Sansa, hija legítima de Ned y Catelyn. Por lo tanto, queda por ver si ella si va a quedar quieta, aceptando la situación, o va a tratar de convertirse ella en la lideresa, influenciada por un Meñique que ya no oculta sus cartas y apuesta a un futuro con él y Sansa sentados en el Trono de Hierro.

El Perro is back

Otro regreso de la temporada es el protagonizado por Sandor Clegane, más conocido como El Perro, que se le dio por muerto tras la refriega con Brienne en la Season Finale de la cuarta temporada, pero que gracias a la ayuda del Septón que conocemos en el 6×07 (interpretado por Ian McShane) sobrevivió. Quizá lo mejor de los capítulos en los que sale él es su mini trama en la pasada temporada, en la que en un episodio vemos cómo una facción de la Hermandad sin Estandartes (a la que no veíamos desde la tercera temporada) asesina al grupo con el que estaba El Perro, y en el siguiente éste se dispone a vengarse, matando a los que arrasaron al grupo indefenso. Esto le lleva a encontrarse con los líderes de la Hermandad, Beric Dondarrion y Thoros de Myr, que le proponen unirse a su expedición en busca del ejército del Rey de la Noche, algo que sin duda les llevará al Norte. ¿Veremos al Perro luchando en la Gran Guerra?

Las Tierras de los Ríos vuelven a entrar en juego

Una zona de Poniente que no veíamos en tiempo (no ha sido la única) regresó en la sexta temporada, como consecuencia de lo que comentaba anteriormente, la reconquista de Aguasdulces por parte del Pez Negro. Esto obliga a la Corona a actuar, y Jaime tiene que acudir con el ejército Lannister para cortar de raíz ese intento de rebelión por parte de las últimas fuerzas Tully. La trama es bastante similar a la que tenemos en Festín de Cuervos, con Jaime llevando a cabo el asedio de la fortaleza Tully, y con alguna que otra escena que tenemos en el cuarto libro. No obstante, lo más importante, que son las motivaciones de Jaime en un caso y en el otro son completamente diferentes.

En estas que se produce otro reencuentro, el de Brienne con el caballero Lannister, ya que ella acude en busca de la ayuda del Pez Negro para recuperar Invernalia, algo que no termina consiguiendo, dado que el tío de Sansa prefiere aguantar hasta el último momento a abandonar de nuevo su hogar, que termina por costarle la vida y provoca que Brienne tenga que volver al Norte con las manos vacías. La celebración de esta gran “victoria” la vemos en el 6×10, en Los Gemelos, con un Walder Frey exultante, del que nos despedimos en este episodio, a causa del regreso a Poniente de Arya Stark, que asesina al cabecilla de la casa Frey y, entendemos, a buena parte de sus hijos. La culminación de la trama en las Tierras de los Ríos nos deja a la joven Stark de nuevo en el continente donde se decidirá el destino de la serie. Lo que nos lleva a preguntarnos qué hará ella a continuación, algo que imagino que no tardaremos mucho en descubrir en la séptima temporada.

Las Islas del Hierro existen

Otra zona más de Poniente que no habíamos visitado volvió en la sexta temporada, y si alguien pensaba que los Greyjoy no tendrían un papel que jugar en lo que está por venir en Game of Thrones, se equivocaba.

Se nos presenta en el 6×02 a Euron Greyjoy, el hermano de Balon Greyjoy (que recordemos es el gobernante de las Islas y padre de Yara y Theon), que regresa a casa para tomar el Trono de Sal (matando a su hermano en el proceso) y declarar la guerra a los Siete Reinos, algo que consigue parcialmente en el 6×05, tras la Asamblea Real, en la que se impone a Yara, la otra pretendiente al Trono y respaldada por un Theon que vuelve a casa, para irse corriendo poco después. Euron ordena a los suyos construir 1000 barcos para agasajar a Daenerys y ofrecerle su ayuda para la conquista de Poniente, algo que obviamente, tiene trampa, dado que conlleva un matrimonio que imagino que la última Targaryen no vería con buenos ojos.

La coronación de Euron provoca que Theon y Yara huyan de las Islas, buscando precisamente a Dany, con la que se encuentran en el 6×09 y pactan ayudarla en la conquista que la joven Targaryen quiere acometer en la séptima temporada.

El chupinazo lo dieron en Desembarco

Tras la marcha de Cersei por las calles de Desembarco del Rey en la Season Finale de la quinta temporada, hay quien pensaría que se volvería más humilde, más consciente de lo que ha hecho durante todos estos años… Pues no, todo lo contrario.

Durante la sexta temporada, hemos visto cómo Cersei Lannister buscaba la forma, capítulo tras capítulo, de hacer pagar al Gorrión Supremo por la vejación que sufrió la anterior temporada, en un despliegue de escenas que dejan a todos los mandatarios de la capital en muy mal lugar y en uno muy bueno al Gorrión, porque la duda de si ellos son muy tontos o el otro es muy listo solo se acrecienta episodio tras episodio, culminando con una escena absurda en el 6×06, cuando las tropas Tyrell, comandadas por Jaime Lannister, se disponen a rescatar a Margaery de las garras del Gorrión para evitar otra humillación pública como en el caso de Cersei. Pero de repente, el líder de la Fe se saca de la manga a su as, nada más y nada menos que Tommen, el Rey, que se posiciona del lado de la institución religiosa y acepta junto a la Reina servir a la Fe de los Siete. Algo que no sienta muy bien a su madre, que ve cómo su último hijo vivo se aleja de ella para acercarse al enemigo que quiere hacer caer.

El final de la trama tengo que decir que me gustó mucho, más que nada por ver cómo se ponía fin a esta fase de la historia en Desembarco que ha deslucido un poco lo visto hasta el momento, dado que la capital de Poniente solía dejar cada temporada momentos memorables, y en la sexta terminó por ser todo lo contrario.

Tommen, en otro alarde de tontería supina, y claramente manipulado por el Gorrión Supremo, que le tenía comiendo de su mano, anula la opción del juicio por combate, lo que deja en clara desventaja a Cersei y la acerca a una condena bastante preocupante por parte de la Fe. No obstante, gracias a Qyburn, su fiel consejero, descubre que Aerys Targaryen (y a los espectadores se nos avanza en visiones de Bran), padre de Daenerys, ocultó grandes cantidades de fuego valyrio por la ciudad, en puntos estratégicos en caso de ataque a la capital, para hacerlos volar a todos por los aires. Uno de esos lugares es, casualmente, el Septo de Baelor, donde se celebraría el juicio a Loras Tyrell y a Cersei Lannister. Ella no acude, obviamente, y ordena a La Montaña retener a su hijo en la Fortaleza Roja, mientras los “pajaritos” de Qyburn, primero, asesinan al Gran Maestre Pycelle (otra escena que en los libros es muchísimo mejor y con más relevancia y significado) y luego prenden las reservas de fuego valyrio, volando el Septo y con éste al Gorrión Supremo, Loras, Margaery y Mace Tyrell, Kevan Lannister y al resto de ciudadanos y miembros de la Fe militante que acudieron al juicio. De un plumazo, Cersei se carga todas las fichas del tablero y se proclama vencedora. El único problema es el daño colateral de sus actos, que no es otro que el suicido de Tommen, cumpliendo la profecía que vimos en el 5×01, que le anunció que sus hijos tendrían “de oro sus coronas y de oro sus mortajas”.

Por lo tanto, no queda nadie para ocupar el Trono de Hierro, pues para ella. Cersei Lannister se convierte en el 6×10 en la Reina de Poniente, en una escena magnífica que la sitúa de lleno como principal antagonista de Dany cuando arribe a Poniente.

Sam llega a Antigua

En la sexta vimos poco de Samwell Tarly, lo justo para conocer el hogar de su familia, Colina Cuerno, a los suyos, que son buena gente salvo su padre Randyll, y por supuesto, para ver por primera vez un lugar que no habíamos visto hasta ahora, Antigua, ciudad donde se forman los maestres que luego servirán en las distintas fortalezas de Poniente y lugar en el que Sam pretende convertirse en el nuevo maestre del Muro, para sustituir a Aemon Targaryen, fallecido en la quinta temporada. En ese proceso, pretende encontrar información de utilidad para Jon, que le ayude en la Gran Guerra contra el Rey de la Noche, y qué mejor lugar para encontrar algo útil que la Biblioteca de Antigua.

El patetismo dorniense

Sale en dos episodios, pero la trama de Dorne sigue siendo tan lamentable como lo fue en la quinta temporada. En el 6×01, con el golpe de estado de las Serpientes de Arena y Ellaria Sand, que asesinan a Doran y Trystane Martell y toman el control de la región, y en el 6×10, para mostrarnos que se unen al ejército Targaryen usando una frase de las más importantes pronunciadas por Doran Martell en los libros y que han menospreciado en la serie, como culminación a una región y una trama que los responsables de Game of Thrones han malogrado: “Vengeance. Justice. Fire and Blood.”

Las tropas Martell y Tyrell se unen a la causa Targaryen, algo que suma más efectivos para Daenerys sin duda, y que se antoja difícil de contener para los Lannister. No obstante, cada escena de Dorne ha sido otra vez una puñalada en el corazón de los fans de la familia Martell y de la trama de los libros. Menos mal que ya no queda conexión con la saga y lo que hagan a partir de ahora, si vuelven por el reino más al sur de Poniente, será invención pura y dura.

Arya, la niña inmortal

Como os decía antes, Arya Stark regresa esta temporada a Poniente y asesina a Walder Frey, tachando otro nombre más de su lista (solo quedan en ella Cersei y la Montaña). Pero lo que viene antes es, como mínimo, mejorable.

El comienzo no, lo cierto es que no deja de ser una fase más de su entrenamiento, o así lo dejan ver. Los primeros capítulos nos muestran a una Arya ciega, como “castigo” por matar sin permiso del líder de los Hombres Sin Rostro al Guardia Real Meryn Trant (otro nombre de su lista), que escoltaba a Mace Tyrell en su viaje a Braavos para renegociar la deuda de la Corona con el Banco de Hierro. Las escenas iniciales de Arya son bastante duras, ya que en todas ellas recibe paliza sí, paliza también de la Niña Abandonada, la otra integrante de la orden que nos presentan. Hasta que, poco a poco, avanza en su entrenamiento y mejora sus habilidades, y es perdonada por el líder, concediéndole una nueva oportunidad y un nuevo encargo: matar a una de las integrantes de una compañía teatral que está en la ciudad.

Aquí comienza la fase de degradación de la trama. No porque las escenas que nos muestran de la obra sean malas, no, sino porque se exceden en ellas. No hacía falta tanto desarrollo de algo que con la mitad de tiempo hubiera quedado bastante mejor. Finalmente, tras conocer a su víctima (o al menos inicialmente), decide perdonarle la vida y desertar de la orden. Y aquí llega el mayor descubrimiento de la temporada: nos han revelado que Arya no puede morir. Porque, sinceramente, tras recibir tres puñaladas en el abdomen (una de ellas retorciendo la hoja del cuchillo), caer a un canal poco saneado, desangrarse por las calles de Braavos, sale viva, gracias a un ungüento que le prepara Lady Crane (la actriz que debía matar), una sopita y una siesta. Que vale, que Arya no va a morir (todavía), pero no hacía falta regodearse en que es una de los intocables (por el momento), y además de una forma tan inverosímil. Tras asesinar a la Niña Abandonada, como cierre a una persecución por las calles de Braavos que parece sacada de una misión del Assassin’s Creed en el 6×08, presenta su dimisión ante el líder de la orden, y parte hacia Poniente, a su hogar. Y tan pancha.

“Para adelantaros tendréis que retroceder”

Recojo este fragmento de una de las numerosas profecías de la saga y que tiene relación con Daenerys. Precisamente, para este caso viene perfecta, dado que cerramos la temporada con la joven Targaryen dirigiéndose a Poniente (por fin), pero antes volvió al punto de partida, Vaes Dothrak, que le sirvió para armarse con tropas dothrakis tras un “golpe de estado” a la jerarquía de la tribu, cargándose a todos sus líderes y erigiéndose ella como khaleesi (recordad: es un título, no un nombre). Otra muestra más de lo que adora HBO a Daenerys, porque si partía de una posición negativa la temporada, la termina por encima de todas las mejores previsiones. Es quizá el personaje menos maltratado por la serie, y cada año sale más reforzada si cabe, a pesar del parón demasiado prolongado en Meereen, al que ha puesto fin ya esta temporada.

Ahora, la escena final del 6×06 es innecesaria, no tiene sentido y sobraba completamente. No, por favor, no queremos ver de nuevo lo genial que os parece Daenerys; ya lo sabemos, no nos lo restreguéis en la cara, sobre todo si esas escenas no aportan absolutamente nada. Por cierto, a Jorah Mormont lo dejamos en el 6×05 con la misión de encontrar una cura de la psoriagrís, algo que quiero ver si lo consigue, porque en principio es una enfermedad mortal.

Adiós Meereen, no te echaremos de menos

Uno de los más perjudicados sin duda en la pasada temporada es Tyrion Lannister, uno de los personajes más inteligentes de toda esta historia que se ha atontado significativamente en cuanto se ha alejado de Poniente. Hay muy pocas escenas salvables de Meereen en la sexta temporada, y sin contar las de los dos episodios finales que son, de largo, las mejores de toda la trama en la ciudad durante estas temporadas.

La ciudad está al borde del caos, como consecuencia de la rebelión de los Hijos de la Arpía que vimos en la quinta temporada y que sigue presente, aunque con menos relevancia, en la sexta; y encima financiada por los esclavistas, que pretenden recuperar lo que era suyo y acabar con el reinado de Daenerys en la ciudad. Tras lo que parecen unas negociaciones fructíferas, Tyrion logra una paz momentánea, pero todo se va al traste en el 6×08, provocando que Dany tenga que sacar la artillería pesada para poner fin al asedio de los esclavistas y a la trama de Meereen. En el 6×09 tenemos las mejores escenas de la trama, con ella sobrevolando con Drogon y el resto de sus dragones la bahía y arrasando a sus enemigos. Así sí.

Recuperando lo que decía antes de que a Daenerys le pasa como a los buenos vinos, que mejora con los años (en este caso temporadas), por si no tuviera bastantes medios, Yara y Theon llegan a la ciudad, como comentaba anteriormente, dispuestos a ayudarla en su empresa. ¿Qué significa esto? Más barcos y tropas para la causa. Por si fuera poco, Varys llega a un acuerdo con los restos de la casa Tyrell y las rebeldes dornienses, engrosando más si cabe la flota Targaryen. Quizá lo mejor que nos podía dejar la última escena dentro de la ciudad de Meereen es a Dany nombrando como su Mano a Tyrion. Genial broche para una trama olvidable.

Y eso es todo. Tras este extenso repaso, creo que ya estamos todos listos para afrontar la séptima temporada de Game of Thrones. Ya no queda nada para el regreso de una de las series más importantes (sino la que más) de los últimos años. Valar Morghulis.