American Crime, incómoda y valiosa
La mayor parte de series que emiten las cadenas en abierto estadounidenses suelen ser bastante suaves en cuanto a crudeza se refiere, más que nada, porque se mueven con un filtro que, por ejemplo, no tienen en las cadenas de cable. Si quieres ver vísceras, sintoniza HBO o Starz; si quieres violencia, insultos y sexo, te puede servir la mayor parte de series de FX; y para otros contenidos de ese estilo, tienes una gran variedad. Por eso, sorprende cuando observas dentro de las series que emiten ABC, NBC, FOX, CBS o The CW una joya como lo fue American Crime, retransmitida por la primera de éstas, y que fue cancelada el pasado mayo en los Upfronts. Pero realmente, no pasa nada, porque el poso que ha dejado en los espectadores que la hemos seguido está ahí, y valoramos lo que nos ofreció en sus tres temporadas de vida.
En la actualidad, hay un género que está en auge: la antología. Lo que iniciara otra American, Horror Story concretamente, se ha ido expandiendo poco a poco y cada vez cobra más y más fuerza, y raro es el año que no se estrena alguna antología en las diferentes cadenas. Tenemos, por ejemplo: True Detective, Fargo, American Crime Story (no relacionada con la serie de ABC), la citada American Horror Story, FEUD, The Girlfriend Experience o Black Mirror, por mencionar algunos ejemplos. American Crime debutó en ABC hace algo más de dos años, y también adoptó esta forma, esta vez en cadena en abierto, para narrar las cloacas americanas (y no solo de Estados Unidos), aquello que no es siempre un bonito tema de conversación pero que, por desgracia, está ahí, lo queramos o no.
Cada temporada es una historia diferente, contada por una plantilla de actores y actrices que repiten en su mayoría año tras año, adoptando cada vez un papel diferente dentro de la trama de la temporada correspondiente. Entre el elenco, destacan nombres como Felicity Huffman (Desperate Housewives), Regina King (Southland, The Leftovers), Timothy Hutton (Leverage), Benito Martínez (The Shield), Lili Taylor (Six Feet Under) o Richard Cabral (Southland). Aunque solo con leer Regina King y Felicity Huffman debería bastar para despertar vuestro interés si no la habíais visto aún. No en balde, la primera ha ganado los dos últimos Emmy en la categoría de mejor actriz secundaria en miniserie, y repite nominación este año, así como Felicity Huffman, que no se ha llevado estatuilla por su trabajo en la serie, pero ha sido reconocida por ello nominándola durante el período de vida de American Crime, así como a otros miembros del cast, como Timothy Hutton o Lili Taylor, que también han recibido nominaciones por sus papeles.
Como decía, cada temporada afronta de lleno un tema distinto, y conflictivo cuanto menos. La primera, centrada en el racismo; la segunda, en una violación producida en un instituto y todo lo que desata; y la tercera, el abuso en los campos de cultivo en el corazón de Estados Unidos. Pero estos son el epicentro sobre el que se forman el resto de tramas y temas controvertidos: sexismo, machismo, prostitución, drogas, trata de seres humanos, religión, maltratos… Pensad en todos los temas tabú que sepáis, que casi seguro American Crime los trata, además de una forma que no te deje indiferente tras ver un episodio.
Quizá la mejor sea la segunda, y la más floja la tercera, pero ninguna baja el nivel, en buena parte, por el excelente trabajo del cast y porque las tramas te mantienen pendiente de lo que está pasando, y la forma en la que narran los acontecimientos y afrontan los diferentes problemas de la sociedad norteamericana te engancha lo suficiente como para seguir viéndola, porque la óptica que adopta American Crime la tienen pocas producciones a día de hoy, y si le preguntaras a un espectador qué cadena la ha emitido durante estos tres años, probablemente te diría que una de cable, porque la dureza y crudeza con la que reflejan todos esos problemas y muchos más no es propia de una cadena generalista estadounidense; normal que la emitieran en la franja más tardía de su parrilla. Por eso también merece ser destacada y recordada, porque abordó temas que solo podríamos ver en las principales cadenas de cable norteamericanas, y además con una calidad inusitada para un producto network.
Eso sí, no esperéis pasar un buen rato con American Crime, todo lo contrario. La reacción más habitual cuando veis un episodio de la serie es sentirse incómodo por la situación que nos cuenta, asqueado, molesto, enfadado, o triste; puede que incluso todas esas sensaciones a lo largo de un mismo capítulo. American Crime no es un paseo en barca, ni nació para serlo. Lo que te cuenta lo hace de forma que te deje un poso posteriormente, que pienses en lo que has visto y reflexiones, una visión crítica de los problemas de la actual sociedad estadounidense (y de muchas otras sociedades del mundo) contado sin filtros, sin tapujos, y abordando el problema de lleno, ahí, donde duele. 13 Reasons Why creo que lo hace fenomenal y si os gustó la serie de Netflix y no habéis visto American Crime, aunque las historias son diferentes y los puntos de vista también, es otra serie crítica y que busca concienciar a los espectadores.
Quizá ahora en verano no queráis calentaros la cabeza con una serie así, sino desconectar con algo más relajado y sin tanta reflexión posterior. Pero os recomiendo que en el futuro le dediquéis un tiempo a verla, porque ha sido un producto de calidad y ha pasado muy desapercibido para el gran público, y creo que la función que realiza es muy útil para recapacitar sobre muchos de los problemas que afectan de lleno a la sociedad actual, no solo la americana.