Review The Flash: Untouchable
“The Flash” se nos va de parón, hasta el día 21 no volveremos a Central City pero la serie se toma su semana de relax dejándonos un pequeño cliffhanger y un capítulo que pese a ser tranquilo no ha estado del todo mal, siguiendo la línea marcada por los anteriores.
Episodio centrado en el entrenamiento de Wally para conseguir salvar a Iris en el futuro que vio Barry. Prácticamente ese ha sido el centro de la trama, ayudado con la presencia de un meta-humano cumpliendo bastante bien su papel de “Monster of the week”, que encima ha servido para recordar las secuelas del Flashpoint de principios de temporada, que estaban siendo un poco olvidadas en este tramo post-parón navideño.
El meta-humano de esta semana es Clive Yorkin, uno de los metas que recuperaron sus poderes gracias a Alchemy y que en esta realidad empieza una venganza contra aquellos agentes de policía que lo detuvieron en el universo Flashpoint, siendo incapaz de distinguir que ya no está en aquel mundo. Los poderes de Yorkin son bastante sencillos, todo lo que toca es infectado de tal forma que el cuerpo o material con el que ha mantenido contacto se “pudre” a una velocidad de vértigo (¿Por qué no le pasa a su ropa? ¿Cómo se alimenta si en el momento la comida toque sus labios esta se va a convertir en polvo? Mejor no lo penséis). Me ha gustado que hayan mostrado un poco de la culpabilidad que siente Julian de sus crímenes como Alchemy y que poco a poco vaya entrando en el equipo.
La aparición de Yorkin irrumpe en el entrenamiento de Wally, que pese a tener una velocidad muy parecida a la de Barry todavía es incapaz de atravesar objetos. No me ha sorprendido que haya habido un pequeño choque de egos entre los 2 velocistas, de hecho me atrevería a decir que posiblemente vaya a más a medida que avance la temporada. Volviendo a Yorkin, este interrumpe la rutina del Team Flash al atacar en una cafetería a Joe, uno de los agentes de los que quiere vengarse.
Para proteger a Joe optan por llevarlo a Star Labs, pero resulta ser una mala idea en cuanto descubre el secreto de la muerte de Iris, el cual no se toma bastante bien; sin embargo esto carece de importancia al ser atacada Iris por Yorkin, forzando a Caitlin a usar sus poderes para evitar que la infección prosiga en su cuerpo. Aunque me daba miedo, me gusta la dinámica que están cogiendo Julian y Caitlin, ambos son personajes cuyos poderes son más una carga que les llena de culpabilidad que otra cosa y teniendo en cuenta que la trama romántica nos la van a meter sí o sí como buena serie de The CW, no tengo queja por cómo la están llevando.
El tener a Iris debatiéndose entre la vida y la muerte ha conseguido que todo el grupo dé un poco más de sí: Cisco llevando sus poderes al límite vibrando al nivel de Flashpoint, Caitlin usando sus poderes con el apoyo moral de Julian y a por Barry y Wally actuando como un equipo de verdad, logrando este último atravesar a Yorkin y neutralizar sus poderes. Al final enemigo semanal ha servido para juntar un poco más al grupo de cara al enfrentamiento con Savitar en el que estará la vida de Iris en juego.
Cerramos el episodio con el citado cliffhanger de la entradilla, que no es ni más ni menos que la esperada vuelta de Grodd, que tiene secuestrado al Wells de Tierra – 2. Será curioso ver en acción a Barry, Wally y Jesse a la vuelta del parón.
Hay un punto que he querido reservar para el final y del que sorprendentemente no me había acordado en estos primeros episodios de 2017, que es la vuelta a la escena de la profecía que soltó Savitar en la midseason-finale: un miembro morirá, otro les traicionará y otro tendrá un destino peor que la muerte. A día de hoy el muerto sigue pareciendo que será Iris, pero los otros todavía no tienen dueño claro. En mi cabeza ahora mismo el traidor estaría entre H.R. y Julian (aunque es demasiado facilón tirar por los personajes que menos tiempo llevan en el equipo) y el último pensaría en Cisco intentando llegar al límite de sus poderes. ¿Vosotros que pensáis?
Nos despedimos por un corto periodo de tiempo de la serie con un capítulo sencillo y no excesivamente emocionante, pero que ha para ser de nivel medio me parece un episodio de transición bastante efectivo y entretenido.