Pilotos: Riverdale
La midseason ya hace semanas que se ha iniciado, pero realmente hasta las dos últimas no se ha notado todavía su fuerza. Ha habido estrenos como Taboo o Emerald City, que dieron el pistoletazo de salida a comienzos de enero; Six, piloto bélico de History Channel, estrenado a mitad de mes; o más recientemente, como el de Mary Kills People. La semana pasada vio la luz la última apuesta de The CW (que en nuestro país emite los viernes Movistar Plus), que lejos de innovar demasiado, parece querer regresar a sus orígenes y ofrecernos un guilty pleasure de los de antes. Yo ya vi el piloto de Riverdale, y paso a comentaros mis impresiones.
La premisa de Riverdale es bastante sencilla, o aparentemente no muy intrincada, pero quizá solo sea una primera impresión, y luego termine por explotar en algo más. Acaba el verano y comienza un nuevo curso en esta pequeña localidad estadounidense, un pueblo con sus habitantes muy variopintos y que se van presentando poco a poco a lo largo de los 45 minutos que dura aproximadamente el episodio inicial. El protagonista, Archie, vuelve a casa cambiado, por las vivencias pasadas en el período estival. Además, en la época vacacional ha estado marcada por la tragedia en el pueblo, ya que tuvo lugar la desaparición de uno de los jóvenes más conocidos de Riverdale, y su cuerpo no ha sido hallado, por lo que se le da por fallecido. Además, llega a la ciudad desde Nueva York Veronica Lodge, acompañada por su madre, que se aleja de la Gran Manzana tras el escándalo financiero cometido por su marido. En principio, estos tres acontecimientos no parecen tener conexión entre ellos, pero sí que alguno de ellos parece tocarse mínimamente, aunque no diré cuáles; os dejo que lo descubráis vosotros si le dais una oportunidad a la serie.
A partir de aquí, lo cierto es que comienzan a desfilar los topicazos de las series teen por excelencia: protagonistas muy atractivos; elenco no muy dotado en cuanto a nivel de interpretación se refiere; instituto y fiestas juveniles como escenario principal; animadoras mezquinas; fútbol americano; adolescentes crueles; hormonas por doquier; protagonista un poco pánfilo; y una trama que parece que puede ser interesante si la explotan bien, pero que muchas veces quedará enterrada por los problemas y vivencias de los adolescentes de la serie. Pero tras ver el piloto de Riverdale, tengo que decir que no me ha disgustado para nada ver todo esta acumulación de tópicos, porque hacía tiempo que no disfrutaba tanto con algo que sabe exactamente lo que quiere ofrecer, y lo hace estupendamente.
Leía hace unos días un artículo de El País, en su blog Quinta Temporada, que decía que en Riverdale teníamos a Veronica Mars. Sensación de Vivir, Crepúsculo, Glee, Twin Peaks… No puedo estar más de acuerdo, creo que aglutina cosas de todas ellas, y lo hace con un estilo bastante peculiar, con el que pienso que pretende desmarcarse del funcionamiento básico de series adolescentes, pese a que bebe descaradamente de las mismas. Incluso tiene hueco para numerosas referencias a series o películas bastante conocidas, lo cual eso siempre suma puntos. La historia de Riverdale no es nueva, sino una adaptación de los famosos cómics estadounidenses, llamados Archie, que aquí en España no han tenido casi repercusión, pero en tierras americanas eran un fenómeno de masas. Precisamente el enlace al artículo que os he dejado de Quinta Temporada habla de los cómics y sus orígenes, por lo que si queréis echarle un vistazo ahí está bastante bien explicado. Obviamente, no los he leído ni sabía de su existencia hasta que The CW anunció que quería hacer una serie sobre los mismos. No sé hasta qué punto la adaptación es fiel, pero el piloto me ha dejado muy buenas sensaciones.
No tengo ningún problema en reconocerlo: vi Gossip Girl en su día. Quizá esa serie fuera una de las principales exponentes del “guilty pleasure” término seriéfilo que en nuestro idioma se podría traducir como placer culpable. Las aventuras y desventuras de Chuck, Blair, Serena etcétera fueron un fenómeno de masas en su día y dejaron un poso bastante importante para las futuras series que llegarían después, que muchas han tratado de asemejar en cuanto a estilo se refiere. Otra que no veo pero que también es la definición de placer culpable es Pretty Little Liars, y que terminará este año. Ambas tienen un reflejo en Riverdale, y eso es un arma de doble filo para la serie, porque caer en la etiqueta de guilty pleasure conlleva que tarde o temprano, las tramas caerán en un bucle de sinsentidos importante, los personajes acaban siendo una caricatura, y los espectadores siguen viendo la serie muchas veces por inercia, por curiosidad por ver cómo acaba, o por tener algo de fondo mientras se hacen otras cosas. Tras el piloto, la nueva serie de The CW apunta directamente a convertirse en el guilty pleasure de muchas personas, pero si sabe hacerlo bien, o incluso profundizar en la trama de una forma adecuada puede evolucionar a una serie agradable de ver y bastante interesante.
Porque, no sé si pensaréis igual, pero prefiero que comience una serie desde un punto de partida en el que parezca que va a ser un placer culpable y evolucione a bastante más de lo esperado, que una serie con pretensiones más altas, o con más nivel inicial, y que con el paso del tiempo termine por ser una sombra de lo que fue, pasando a ser el guilty pleasure de muchos. En mi caso, a día de hoy el máximo exponente de este tipo de series es Once Upon a Time, que más que placer es culpable, porque realmente pienso que debería haber finalizado ya, y no sé cómo lo hacen para seguir emitiendo episodios, porque las tramas son cada temporada más ridículas y sin sentido, completamente alejada de esa serie fresca, bonita e interesante que fue en su primera temporada. Es muy pronto para decir hacia qué derivará Riverdale, pero viendo los intentos durante los últimos años de The CW para tratar de desmarcarse de esa etiqueta de cadena adolescente, confío en que tenga mucho más que ofrecer.
En cuanto a los personajes, creo que el más interesante sin lugar a dudas es Verónica, y curiosamente no pensaba que me fuera a gustar tanto su papel. Rompe con el arquetipo de chica mala y pretende ser bastante más que eso, ser un personaje con más capas. El que sí que es el arquetipo absoluto es Archie, que cumple a la perfección con el protagonista guapete, soso y buenazo que acapara todas las miradas de las jóvenes con las hormonas en plena efervescencia. No sé que esperar de él en concreto, pero si acaba evolucionando y da un paso adelante, me sorprenderá bastante.
La sensación que tenía durante el visionado del episodio es de haber encontrado una serie que esperar con ganas cada semana. No por su trama súper intrincada; no por la brillantez de sus personajes; ni tampoco por las enormes pretensiones de su cadena de emisión. Simplemente porque lo que muestra Riverdale es algo distinto a las series que sigo, y creo que recupera algo que había perdido hace tiempo, desde que acabara Gossip Girl: una serie que me haga desconectar, sin que me haga pensar demasiado y que a la vez me ofrezca un producto entretenido y fácil de ver. Ojo, la serie de Blake Lively terminó siendo una risa absoluta; espero que la de Archie no acabe de la misma manera. Por el momento, sensaciones muy positivas.