La falta de series durante este mes de enero, debido a los diferentes parones que llevan a cabo las que se encuentran en emisión, a parte de los finales de temporadas de algunas, provocan que seriéfilos como yo (o como tú, que estás leyendo estas líneas) busquen nuevas series que empezar a ver, o ponerse al día con otras que habían dejado aparcadas. Enero es aún un mes que permite hacer este tipo de cosas, hasta quizá junio-julio, cuando la mayor parte de series terminan sus temporadas y el calendario de series está casi desierto. Una de las que he comenzado a ver, y de la que espero con ganas su regreso tras ver sus primeros 13 episodios, es The Magicians, serie de Syfy que el canal homólogo español emite también en nuestro país. En Estados Unidos, la segunda temporada se estrena el próximo día 25; en España, el 31. Aquí os dejo mis impresiones de su primera temporada.

Lo primero que quiero decir con respecto a The Magicians es que no es la mejor serie que os podéis encontrar en el panorama televisivo estadounidense actual, y me atrevería a decir que tampoco es lo mejor del catálogo de Syfy, aunque eso dicho de buenas a primeras debería corroborarlo después. Pero eso no es un inconveniente, casi diría que es hasta una virtud, dado que desde el primer minuto de serie, The Magicians tiene muy claro lo que quiere hacer y cómo hacerlo, y no engaña a nadie en ningún momento.

Otros productos, parten de una premisa más audaz, ambiciosa o atrevida, mientras que aquí nos encontramos con una serie de fantasía, que lejos de idealizar todo lo que supone la magia, los mundos fantásticos o los poderes de los magos y brujas, rompe el molde tradicional para ofrecernos un retrato crudo, duro, y muchas veces incluso soez de la magia y el mundo mágico. The Magicians tiene momentos que rozan lo surrealista, no por lo fantasioso de sus hechizos, sino por las situaciones en las que se ven envueltos los protagonistas en el desarrollo de la trama. Me atrevería a decir que llegan a un nivel de surrealismo que solo he visto en los últimos tiempos en Ash vs Evil Dead, además de capítulos con escenas bastante explícitas, tanto en el apartado violento como en el sexual.

Porque esa es otra, la carga sexual de The Magicians es muy alta. Olvidaos del pudor y casi nulo romanticismo de la saga Harry Potter. Aquí tenemos a jóvenes desinhibidos, que raro es el episodio que no contenga alguna escena de sexo entre los personajes que forman el cast. Es más, al contrario de lo que sucede en otras series, la trama muchas veces justifica esos momentos, aunque para mi gusto hay alguno que no era necesario, así como ciertas decisiones narrativas relacionadas con los mismos, pero bueno, analizando globalmente la temporada tampoco me parece la peor decisión que podían llevar a cabo. Ojo, es injusto comparar el aspecto sexual de una saga como la de Harry Potter con The Magicians; las novelas y films del joven Potter están protagonizadas por niños al comienzo, y por adolescentes al final; aquí los protagonistas son adultos todos y solo con ese detalle ya cambia radicalmente el posicionamiento de ambas obras en el tema sexual.

Quizá una explicación de por qué hay tanto sexo en The Magicians, pese a ser una cadena de cable básico (no pertenece al rango de las HBO, Showtime, Cinemax o Starz con desnudos explícitos), es por el reparto tan atractivo que tiene. Todas las actrices de la serie son extremadamente guapas; todas tienen algo que llama la atención, destacando cada una por sus diferentes rasgos y que las hacen sobresalir notablemente por encima del reparto masculino, que pierde en la comparación, dado que el protagonista (Jason Ralph), que interpreta a Quentin Coldwater, es bastante menos atractivo que sus compañeros (Arjun Gupta), que hace de Penny y que Hale Appleman que interpreta el papel de Eliot, y por supuesto si lo comparas con sus compañeras femeninas. Olivia Taylor Dudley (Alice), Stella Maeve (Julia), Jade Tailor (Kady), Summer Bishil (Margo), así como otras actrices secundarias como Esmé Bianco (Eliza) o Kacey Rohl (Marina) son todas muy atractivas, y no son sólo una cara bonita, sus personajes son parte fundamental de la trama de la temporada y claves en el desarrollo de sus acontecimientos.

Sobre la trama, podríamos diferenciar dos: la de Quentin y la de Julia. La más interesante, in my opinion, es la de él, con diferencia; principalmente, porque toca de lleno lo más importante de The Magicians, con todo el misterio alrededor de The Beast, Fillory y la relación que todo eso tiene con Brakebills, la universidad en la que todos los magos que aprueban el examen de acceso estudian la magia y sus aplicaciones. La de Julia no me gustó en ningún momento, esencialmente porque su personaje es el que menos me gusta de todo el elenco principal, y no conseguí conectar con ella y la trama que cuenta no era de mi especial interés. Eso sí, tengo que reconocer que saben enlazar bien ambas en la recta final de la temporada, convergiendo bastante bien y dando como resultado unos últimos episodios muy interesantes.

La serie está basada en una saga de libros, también con el mismo nombre y que no he leído. No sé deciros hasta qué punto la serie sigue los acontecimientos de las novelas, o si han decidido por adaptarlas a su antojo y tomar un rumbo diferente, cogiendo algunos elementos de los mismos. Desde mi punto de vista como no lector, tengo que decir que lo visto hasta el momento me ha gustado mucho, más de lo que me esperaba inicialmente, ya que no pensaba que la visión que me iban a ofrecer del universo mágico de la serie fuera tan adulta y tan dura, algo que agradezco, porque esperaba encontrarme con una versión más cercana a Harry Potter que otra cosa. De hecho, creo que el punto fuerte de la serie es precisamente ese, que normalmente todo lo relacionado con la magia lo tendemos a idealizar, como si fuera todo bonito, dulce y alegre; aquí tenemos violencia, muerte, sexo y crudeza.

Creo que The Magicians es un buen combo de todos esos elementos que he mencionado anteriormente, y que lejos de caer en topicazos (alguno tiene, claro está) propios del género teen, busca su propia identidad y ofrece un producto entretenido, con buen nivel en las tramas y que sirve perfectamente para pasar un buen rato si te gusta el género mágico o el adolescente. Recordad que la serie vuelve en cuestión de días a nuestras pantallas, por lo que ahora es un buen momento para ponerse al día y llevar la serie al ritmo de emisión en una segunda temporada de la que espero mucho, sobre todo viendo cómo termina la primera, y no digo más.