Review Agents of SHIELD: Deals with Our Devils
Creo que hemos visto uno de los mejores episodios de la temporada, a pesar de venir completamente descolgado de los anteriores y en un timing nefasto. En primer lugar, estamos en la semana del crossover de los héroes de DC y todo el hype de superhéroes que seamos capaces de generar lo canaliza esta semana la CW. Además, un hiatus no debería ser nunca tan largo y anticlimático. El episodio de Agents of SHIELD se ha emitido tras un interminable parón de tres semanas y dejando en suspenso la intriga de si los sucesos de Doctor Strange afectarían de algún modo a la serie… pero en todo este tiempo casi nos hemos olvidado de la película. En todo caso, pese a este desastre de calendario, el retorno de los agentes ha estado genial.
En las tres primeras temporadas Agents of SHIELD hemos visto, sobre todo, un conjunto de buenas tramas relacionadas con la lucha contra –y desde – HYDRA y el argumento central de los Inhumanos y todo lo que a estos se refiere. Incluso la historia de HYVE o el planeta donde estuvo encerrada Simmons está relacionado de algún modo tanto con HYDRA como con los inhumanos. Pero esta temporada estamos jugando otra partida diferente, a otro juego quizás: conocemos a Robbie, quien convive con una criatura infernal en sentido estricto y nos presentan un libro mágico que le da todo tipo de respuestas a quien lo lea, pero que engendra algún modo de oscuridad malvada. Todo es muy nuevo y muy interesante, personalmente estoy encantada con la idea de explorar el mundo de la magia Marvel y darle otro aire a la serie.
En este episodio hemos visto un concepto muy trillado en las series de ciencia ficción o temáticas sobrenaturales, pero nuevo en Agents of SHIELD, me refiero a las escenas compartidas por personajes que no se perciben entre ellos. Pero el recurso narrativo que han utilizado en Deals with Our Devils ha sido a la vez original y magníficamente ejecutado, la idea de mostrarnos las versiones contrapuestas de la realidad en función de dos puntos de vista diferentes me ha entusiasmado. Es genial asistir a las mismas conversaciones desde las ópticas de unos y otros. Algunas escenas las hemos visto dos veces, pero este segundo visionado ha sido más explicativo y esclarecedor que redundante o repetitivo.
Para salvar a Coulson, May decide utilizar el Darkhold y acude al Doctor Radcliffe para a examinar el libro maldito. Aparentemente, el contenido del Darkhold es demasiado para una mente humana, así que la androide Aida se ofrece voluntaria para leer el libro, en parte aconsejada por Fizts y en parte movida por no sabemos qué. Aida aprende todo lo que su disco duro puede almacenar, manda fabricar un dispositivo muy extraño y en una escena visualmente genial (que a mí me ha recordado a Stargate) recuperamos a los personajes atrapados en el limbo. Y así gracias a Aida salvamos el día. Pero en la escena final, vemos como la androide esconde un secreto muy a tono con Westworld (la serie de HBO que espero no os perdáis) o con algo más cercano al universo Marvel, como Ultron.
Por su parte, Simmons está en una misión secreta salvando al hermano de la senadora Nadeer. Nuestra científica es arrastrada hasta allí de forma muy grosera, salva al muchacho e inmediatamente se la llevan de forma igualmente descortés.
Y mientras tanto hemos visto a Mack convertirse brevemente en el Ghost Rider. Por lo visto el demonio – o lo que sea – no se sentía a gusto con la idea de volver al infierno y antes que esforzarse en sacar a Robbie del averno, prefirió sacarse a si mismo de Robbie y entrar en Mack… que casualmente estaba por allí y que no tiene tanto odio dentro como para mantener feliz al demonio, pero sí que tiene el suficiente dolor para nutrirlo. De este dolor de Mack no sabemos nada, o casi nada, solamente hemos visto el reverso de una foto con una fecha y un nombre “Hope”.
Apuntes aislados para terminar
- La relación de Fitz y el director Mace acaba de pasar de mejorable a realmente mala, no sólo por el enfrentamiento entre ambos al respecto del paradero de Simmons, sino sobre todo, por la conversación que mantienen Fitz y Coulson, donde el científico deja claro que al renunciar Phil, se quedaron sin un líder en quien confiar. Y la frase que repite el bueno de Mace “a team that trusts is a team that triumphs”, debemos suponer que se aplica también a la inversa.
- La senadora Nadeer ha recuperado a su hermano, pero creo que tal como están las cosas con el Ghost Rider y el Darkhold (por no hablar de Aida y su momento Ultron), un tipo desconocido que atraviesa una Terragenesis no aporta nada en absoluto a la temporada, así que quizás éste personaje sea el hilo que nos lleva hasta la serie Inhumans.
- El abrazo de Fitz Simmons ha sido precioso, tanto que sigo sufriendo por la idea de que este amor tan bonito y anti Whedon no llegará a final de temporada.