Crítica: Assassin’s Creed
Quizá uno de los momentos que más esperaba de este final de año en los cines era el estreno de Assassin’s Creed, película que adapta la famosa saga de videojuegos, a la que he jugado y seguido durante todos estos años. Debido a eso, temía lo que fueran a hacer con la película, ya que hay antecedentes de adaptaciones de videojuegos con un resultado bastante pésimo, pero lo que he visto me ha gustado bastante.
Para aquellos que no hayáis jugado nunca a la saga, os explico a grandes rasgos el argumento principal de los videojuegos. Desde hace cientos de años, los Templarios buscan el control total de la humanidad, alienándola y despojándola del libre albedrío, y para ello pretenden utilizar lo que se conoce como Fruto del Edén o Fragmentos del Edén (en la película muchas veces se le nombra como Manzana del Edén), tecnología previa a los humanos y que procede de una raza llamada la Primera Civilización, mucho más avanzada social y tecnológicamente hablando, pero que desapareció de nuestro planeta. Esta Primera Civilización previó un cataclismo que supondría el fin del mundo, y tendría lugar el 21 de diciembre de 2012. Para tratar de impedirlo, existe otra organización que se hacen llamar Asesinos (Assassins en la película), que buscan proteger el libre albedrío humano y los Frutos del Edén, para evitar que caigan en manos de los Templarios, y tratar de salvar el mundo.
Aquí lo primero que salta a la vista es esa fecha que señalo antes, famosa por ser predicha por los mayas y que supuestamente iba a ser el fin del mundo. Estando ya en 2016, ha quedado demostrado que no fue el apocalipsis, y era de esperar que no usaran esa parte de la trama de los videojuegos en la película. Además, en los mismos videojuegos han sobrepasado esa fecha, ya que el primero se estrenó en 2007, y desde el II, las entregas fueron sucediéndose de año en año, por lo que la trama tuvo que readaptarse y cambiar de estilo a medida que estrenaban los nuevos juegos de la saga.
Para tratar de encontrar los mencionados artefactos, los Frutos del Edén, los Templarios crearon lo que se conoce como Animus, una máquina que permite que la persona que la utiliza pueda conectarse al pasado mediante su secuencia genética y revivir experiencias de sus antepasados, sincronizándose con éstos. De esa forma, tanto en la actualidad de los videojuegos como en la película, los Templarios, usando una empresa llamada Abstergo, capturan a descendientes de los Asesinos para usar su secuencia genética y buscar aquellos que tengan antepasados que estuvieron en contacto con los Frutos del Edén, y apoderarse de ellos. En los videojuegos es Desmond Miles, y aquí es Callum Lynch (Michael Fassbender).
Me ha gustado mucho como han usado a Callum para explicar a los espectadores todo lo que yo os he dicho anteriormente, obviamente desde el punto de vista de los Templarios, cuyos rostros están representados por Sofia (Marion Cotillard) y su padre, Rikkin (Jeremy Irons), el líder de la orden. Callum obviamente no tiene ni idea de toda la lucha secreta que han estado llevando a cabo Asesinos y Templarios, y la forma en la que van introduciendo todo eso me ha parecido correcta, sobre todo para alguien que no supiera absolutamente nada de la saga y fuera a ver la película de nuevas.
Otro elemento que me ha gustado bastante es la reinterpretación del Animus, dado que en los videojuegos es una especie de silla, o camilla en la que se pone al usuario, y en su mente viaja al pasado y experimenta los momentos vividos por sus antepasados; aquí es una especie de brazo enorme en el que conectas (literalmente) al sujeto en cuestión (Callum), y él se mueve, siente y realiza los mismos movimientos que su antepasado, Aguilar, un Asesino que vivió en la España de finales del siglo XV. Me ha parecido una forma muy dinámica de mostrar a los espectadores el Animus, y creo que si hubiesen usado la forma de los videojuegos habría acabado siendo un poco aburrida; de esa forma, también han aprovechado muy bien este método para mostrar a los presentes en la sala del Animus todo lo que veía Aguilar en su momento, y hay un par de escenas bastante buenas, que creo que son de lo mejor de la película. Además, las transiciones presente-pasado que experimenta Callum también me han parecido muy bien realizadas, empleando además un elemento muy recurrente en la saga y ligado a los Asesinos, un águila.
Eso es precisamente otro de los detalles que me gustaría destacar, que han sabido utilizar y explicar los términos, elementos y lenguaje de la saga bastante bien. El efecto sangrado, el salto de fe, el origen del término Asesino, los juramentos emblemáticos de la orden, hasta el detalle de cortar uno de los dedos de la mano para que la hoja oculta (arma predilecta de la orden de los Asesinos) pueda ser empleada de forma eficaz para matar a los adversarios, algo que en los videojuegos cambia a partir de la irrupción de Ezio Auditore (contemporáneo de Aguilar), y que aquí han recuperado para la adaptación. Y otro detalle que me ha gustado mucho: Michael Fassbender tiene el pelo claro y ojos azules, al igual que Callum, personaje del presente al que interpreta, pero Aguilar era un Asesino que vivió en la España de finales del siglo XV, por lo que esos rasgos no debía tenerlos, y así aparece mostrado en la película, un hombre con un tono de piel y ojos más oscuro. Son detalles tontos, pero que me han gustado bastante, ya que en otras producciones obvian por completo (Game of Thrones sin ir más lejos) ese cuidado del aspecto de los personajes.
Las escenas de acción creo que son lo mejor de la película, muy bien dirigidas y muy dinámicas, además de que los movimientos de los personajes recuerdan muchísimo a los de los Asesinos de los videojuegos, lo cual es de agradecer. Otro detalle que creo que a los fans españoles les habrá gustado es ver escenarios de nuestra geografía, tanto en el pasado como en el presente, e incluso a actores de nuestro país, como Javier Gutiérrez (Águila Roja) o Carlos Bardem, por lo que la presencia española en esta película es muy destacada.
Tras todo esto, me gustaría dejar claro algo: no es la mejor película del año, ni la mejor película de acción y tiene fallos y puntos flacos. Por ejemplo, me ha parecido muy atropellado la parte final de la película, teniendo en cuenta que en el inicio se toman su tiempo para explicarnos la historia de Asesinos y Templarios, el funcionamiento del Animus, etc., algo que me gusta, pero a partir de cierto momento, meten una marcha de más apresurándose a finalizar el film y para mí queda algo forzado. Hay personajes que están muy desaprovechados, por ejemplo, el que interpreta Michael K. Williams (el mítico Omar Little en The Wire), y alguno que otro más que pasan de puntillas dejando el peso de la cinta en Fassbender, Cotillard y Irons, que son los tres principales protagonistas y que eclipsan al resto.
Fassbender comentó que Assassin’s Creed está ideada para ser una trilogía, dependiendo de la acogida de la película, y creo que eso se nota demasiado en los acontecimientos de la misma, ya que el argumento podría haber sido perfectamente el del primer videojuego, en el que nos explican todo el entramado pero sin profundizar todavía demasiado, como una especie de introducción, y quizá eso pueda pasar factura a la película, ya que muchos espectadores vayan al cine pensando que tiene principio, desarrollo y conclusión y no es así. La trama queda abierta a más películas, y veremos si acaban llevándose a término o se queda en una solamente.
En conclusión, pienso que es una adaptación muy digna de una de las sagas de videojuegos más importantes de los últimos años, y rinde homenaje a la misma bastante bien. Ahora, para alguien que no conozca la saga, obviamente no va a poder percatarse de todas las referencias a la misma, aunque creo que logran explicar el corazón del conflicto lo suficientemente bien como para que alguien que no tenga ni idea comprenda medianamente qué está pasando y le acabe gustando. Es una película bastante entretenida, con buenas escenas de acción, para pasar el rato y desconectar, y creo que cumple perfectamente esa función. Yo fui al cine con reticencias, y lo cierto es que salí bastante contento, ya que me ofrecieron un producto muy bien ligado con los videojuegos (de hecho, creo que podría ser la trama de una de las entregas sin ningún problema) y que me entretuvo el rato en el que vi. Assassin’s Creed no es la mejor película que veréis en vuestras vidas, pero si queréis ver una cinta de acción entretenida y desconectar, sin duda es una buena elección.