El maravilloso mundo de las series, en ocasiones, nos ofrece la posibilidad de indagar entre los numerosos estrenos que las cadenas habituales emiten cada temporada, en busca de enganchar a nuevos espectadores, y con la intención de reforzar su apuesta televisiva. Pero también tiene un factor sorpresa esta búsqueda de nuevas series por parte de nosotros, los seriéfilos, ya que hay veces que te topas con algún producto, emitido por una cadena semidesconocida, o desconocida del todo, que te convence lo bastante como para darle una oportunidad a la serie en cuestión, y eso me ha pasado con Frontier. Era una serie que no entraba en mis planes para este otoño, pero que me ha llamado la atención lo suficiente y he visto su piloto, del que a continuación os comento mis impresiones.

En 1670, el Rey Carlos II concedió a la Hudson’s Bay Company (varias referencias a sus siglas en el piloto, HBC) tierra ocupada por aborígenes durante milenios, y creó un monopolio de comercio de pieles. A finales del siglo XVIII, los intereses franceses, escoceses y americanos comenzaron a minar el dominio de HBC. En los siguientes años, hubo una batalla por el control de las riquezas en disputa. Con este texto, comienza Frontier, y me viene de lujo para ubicaros en el contexto histórico en el que nos movemos en la serie.

Las tres razones principales que me llamaron la atención de la serie fueron Netflix, Jason Momoa y seis episodios. El canal que emite la serie actualmente es Discovery Channel Canadá, pero Netflix colabora con la producción de la misma. De hecho, en el canal canadiense es donde se ha estrenado, pero en 2017 tiene previsto hacerlo en el servicio streaming, siguiendo unos patrones similares a otras colaboraciones entre dos cadenas distintas (por ejemplo, Humans está emitiendo su segunda temporada actualmente en Channel 4 en Inglaterra, y hasta el año que viene no se emitirá en EEUU a través de AMC). Como he comentado, su primera temporada tendrá seis episodios, lo que viene perfecto en la época hacia la que nos dirigimos, ya que las series comienzan a irse de parón, y si no tenéis pensado incorporarla a vuestra parrilla semanal, siempre podéis esperar a que se emita su primera temporada y verla en navidades a modo de maratón, o para cubrir huecos dejados por otras series en emisión durante la semana. Además, hay que destacar el aliciente de que ha sido renovada ya para una segunda temporada, días antes de su estreno en el canal canadiense, lo que supone cierta tranquilidad para afrontar una nueva serie. Y sobre Jason Momoa, lo cierto es que es un buen gancho para aquellos que lo conocisteis (como yo) en Game of Thrones verle en el papel principal de una serie desconocida. Está hecho claramente a propósito, a decir verdad; sin él, es difícil que alguien se fijara mucho en la misma, y creo que es un error.

Si bien es cierto que el hawaiano es el protagonista, este piloto está enfocado de una forma bastante acertada en mi opinión, ya que nos presentan a la mayor parte del elenco de la serie, y nos muestran la trama con breves intervenciones del que fuera Khal Drogo en la serie de HBO. Han sido bastante inteligentes al enfocar la trama dejando claro que el personaje de Momoa, Declan Harp, es un sanguinario y peligroso salvaje y, pese a que su reputación ya nos la muestran en el piloto con pocas escenas pero efectivas, sospecho que a medida que nos introduzcamos en la serie y en la trama, nuestra percepción o lo que pensemos del personaje cambiará. Otra buena presentación del personaje hubiese sido si no nos lo muestran en ningún momento, y lo conocemos por primera vez como lo hace Michael Smyth. Al menos creo que también hubiera sido bastante efectivo ese modo de introducirlo en la serie, aunque no me ha disgustado para nada cómo lo enfocan.

El desarrollo de la temporada imagino que irá encaminado a conocer ese negocio de las pieles que se traen entre manos en la bahía del Hudson y en la frontera entre las nuevas colonias y el territorio aborigen, y la lucha de poder entre todos los jugadores que están metidos en el ajo. El piloto es bastante correcto, ya que es una buena carta de presentación, tanto de la trama como de los personajes principales, además de que te deja con ganas de ver qué pasa a continuación, aunque no habrá que esperar mucho, ya que el segundo episodio ya está disponible para ver. En el apartado técnico, me ha gustado tanto la fotografía como el vestuario mostrado, y da muestras de ser uno de sus puntos fuertes.

Entre los miembros del reparto, ya he mencionado un personaje llamado Michael Smyth, que los seguidores de Hemlock Grove reconocerán (he de admitir que a mí me ha costado un poco pese a que vi la serie en su día) por ser Peter Rumancek, el actor Landon Liboiron. No hay muchos nombres destacados, quizá el más importante sea el de Alun Armstrong, veterano actor británico que hemos visto en películas como Braveheart, El Regreso de la Momia o Sleepy Hollow, y más recientemente, en series como Penny Dreadful o The Hollow Crown. Que los actores sean prácticamente desconocidos creo que también ayuda a comenzar a ver la serie sin pretensiones, la presencia de Momoa es suficiente para llevar el peso del elenco.

Por ahora, la continuaré viendo, porque me ha convencido bastante el piloto, y creo que ha ayudado el hecho de que me la encontrara de casualidad mientras buscaba otras cosas por la red. Como he dicho al comienzo del artículo, estos próximos meses son buen momento para darle una oportunidad a esta serie, y os recomiendo que se la deis. Seis episodios no son muchos, y suficientes como para probar y ver si os convence el proyecto de Jason Momoa. A mí por ahora sí que lo ha hecho.