Pilotos: This Is Us
This Is Us es una serie que busca hacerte sentir. El equipo de guionistas comandado por Dan Fogelman (Crazy, Stupid, Love) se esfuerza al máximo para conseguir que el espectador llore, pero también sonría, se ría abiertamente o se enfade. El piloto muestra una serie abiertamente emotiva con un contenido muy humano.
El piloto sigue a cuatro personajes en el día de su cumpleaños: una mujer con obesidad mórbida a la que su aspecto hace sentir desgraciada; un actor demasiado guapo como para ser considerado buen actor; un padre de familia y exitoso profesional que busca reencontrarse con su padre y un hombre cuya esposa está a punto de alumbrar trillizos. Con sutiles detalles y a través de conversaciones y acciones de unos y otros, el espectador va viendo puntos en común en estas cuatro vidas. Y el final del episodio es una preciosidad, de la que mejor no desvelar nada.
Y sí, todo es muy típico y sí, los guionistas manipulan una trama muy simple para forzar la aparición de sentimientos en el espectador. Pero aún aceptando eso, el resultado es fantástico, realmente fantástico y aunque no tengo la menor idea del desarrollo que seguirá la serie y no sé si terminará siendo un dramón aburrido, sí que pienso que he visto un piloto precioso, que merece la pena el tiempo invertido y que recomiendo a todo el mundo. Ved sólo el piloto, como si fuera una historia independiente y si os enganchan los personajes, pues sabed que podéis continuar viéndolos semana a semana.
Recuerdo que tiene una trama muy emotiva que aplica toda su fuerza en despertar las emociones del espectador. Por eso, si eres un espectador más bien cínico la serie no te va a gustar. A mi no me ha resultado empalagosa, pero entiendo que a alguna gente sí, por los comentarios que leído en Twitter o en otras redes sociales. No creo que sea una serie que hurgué en lo sentimentaloide, pero si lo hiciera, no lo hace de forma barata y fácil, sino que se sirve de buenos personajes, que por el momento, y tras esta primera impresión, parecen bien construidos, y una historia que, al menos, sorprende.