Una de las sorpresas de la temporada pasada televisiva para mí fue The 100. Leyendo la sinopsis, y sabiendo la cadena en la que se emitía, la ignoré inicialmente. Pero poco después, tras alguna recomendación, empecé a verla, y suerte que lo hice, porque no sabía lo que me estaba perdiendo.

En un futuro post apocalíptico, en el que la raza humana no habita en la Tierra, sino en una estación espacial orbitando alrededor del planeta, los líderes de “El Arca” deciden enviar una nave con 100 jóvenes prisioneros para comprobar si la superficie terrestre es habitable, tras años contaminada por radiación nuclear. Con este argumento comienza la serie de The CW.

Cuando comencé a ver la serie, lo primero que se me vino a la mente fue “esto se parece mucho a Lost”. Y si que es cierto que comparte similitudes con la serie de ABC, pero poco a poco se va deshaciendo de ese parecido, e inicia su propio camino.

Los personajes principales se dividen entre los adultos que permanecen en El Arca, y los jóvenes enviados a la Tierra. Entre el reparto adulto, hay que destacar nombres como Isaiah Washington (Grey’s Anatomy) y Henry Ian Cusick (Lost), que aportan veteranía y suben la calidad interpretativa del reparto. De los jóvenes, son todos intérpretes desconocidos (al menos para mí lo eran), pero yo destacaría a dos: la protagonista, Eliza Taylor, que interpreta a Clarke, y Bob Morley, que interpreta a Bellamy.

El personaje de Clarke es mi favorito dentro de los adolescentes. La joven adopta el papel de líder de los cien supervivientes y conforme va avanzando la historia, se ve obligada a ir tomando decisiones cada vez más difíciles, que endurecen su carácter, y actualmente, dista mucho de la joven que aterrizó en la superficie de nuestro planeta.

Y esa es otra de las características principales de la serie, esas decisiones difíciles que menciono antes; para tratarse de una serie de la cadena adolescente por excelencia en Estados Unidos, los caminos que toma la trama son cuanto menos valientes, tomando decisiones que no toman muchas series actualmente, y además, con sentido para la historia y con consecuencias que provocan la evolución constante de los personajes.

Y es que la crueldad de la Tierra con la que se encuentran los jóvenes es una de las claves de la serie. No están solos en el planeta, y los habitantes del territorio en el que acaban de aterrizar les dejan claro desde el primer momento que no son bien recibidos. La lucha con los terrícolas es una constante de la trama, dejando grandes momentos y grandes episodios.

Otra ventaja de The 100 es su duración. Pese a pertenecer a The CW, donde las temporadas suelen durar 22 o 23 capítulos (que es más o menos la extensión del resto de series de network), tiene una primera temporada compuesta de trece episodios, y la segunda tendrá dieciséis. La primera estuvo a muy buen nivel, en mi opinión, porque no había excesivo relleno y la trama iba al grano y dejaba poco margen a recrearse en nimiedades que no aportan absolutamente nada. Esta segunda temporada, ha comenzado de forma excelente, cerrando su primera mitad de una forma genial. La vuelta de la serie quizá si es verdad que no está al mismo nivel que cuando se produjo el parón invernal, pero tengo esperanzas para los próximos episodios, precisamente por lo que menciono al inicio del párrafo, la duración de la temporada. Si ésta tuviese 22 capítulos, yo sería el primero en preocuparse, pero sabiendo que tendrá dieciséis, dudo que extiendan demasiado las tramas. Además, está el aliciente de saber que tendrá tercera temporada, por lo que si nos dejan en la Season Finale de la segunda temporada con un cliffhanger, sabemos que no nos quedaremos con las ganas de saber lo que pasa.

Recomiendo The 100 por ser una serie entretenida, con una duración no muy extensa, sorprendente, y que rompe con lo habitual visto en The CW; además, de las series que veo de ésta, considero que junto a The Originals y The Flash, son los productos que en mejor forma están de la cadena a día de hoy. No lo dudéis y echadle un vistazo a The 100, terminará por sorprenderos para bien, y acabaréis disfrutando de una serie que en un primer momento no os imaginabais que comenzaríais a ver.