Crítica Avengers: Infinity War
“Tengo que comentar sin spoilers“, me han encargado que lo haga sin spoilers y … ¡maldita sea!, estoy deseando hablar de todo lo que pasa en la película, porque pasan muchísimas cosas y esto y aquello y lo otro y … lo haremos sin spoilers.
Lo primero y más importante: es un peliculón. Aclarado esto procedamos a desglosar de forma libre de spoilers algo del contenido de la cinta.
Las ambiciones faraónicas de Infinity War son perceptibles desde el minuto uno y… funciona, funciona de maravilla. La película es emocionante hasta el extremo, está repleta de acción, de ritmo, de movimiento y de escenas grandilocuentes en las que te dan ganas de gritar. Tiene batallas alucinantes y luchas épicas que te dejan los ojos como platos y el corazón en un puño. Los efectos visuales están perfectos, simplemente perfectos. La trama principal y las subtramas son magníficas, hay espacio para que converjan todo tipo de sensaciones y sentimientos y todo esto sin separarnos de la línea marcada en las películas anteriores. Hay momentos de corte cómico, frases geniales, peleas magníficas y… ¿he dicho ya que es un peliculón?.
Aunque Whedon es el precursor del coronamiento de la franquicia, los hermanos Russo son los responsables de la consolidación. Y lo que Whedon fue a Avengers son los Russo a Infinity War. Es decir, sin estos nombres, sin estos hombres de imaginación espectacular y profesionalidad impecable, no estaríamos ante el maravilloso momento de pelis Marvel que estamos viviendo.
Los nuevos personajes (villanos todos) son magníficos. Y los viejos, los de siempre, están tan fantásticos como era de esperar. Las parcelas de protagonismo están bien repartidas y aunque según quienes sean tus favoritos notarás que faltan minutos a éste o aquél personaje (mi favorito sale menos de lo que debería), lo cierto es que todos tienen las escenas que les corresponden en beneficio de la trama y no de un reparto equitativo de minutos. Obviamente, las escenas en las que se encuentran unos y conocen otros no tienen desperdicio.
Si tuviéramos que buscarle pegas, diríamos que es algo exagerada en sus formas y su fondo, pero en mi opinión la hipérbole no se percibe como un desatino sino como la culminación del Universo Cinematográfico de Marvel. La película es ambiciosa, es grande, es enorme y claro que invita a la exageración… porque lo merece. Esta vez tocaba ser exagerado. Todo el camino trazado en las dieciocho películas que preceden a Infinity War nos han traído hasta aquí y eso hay que celebrarlo con una superproducción cuyo gran presupuesto sea perceptible para el espectador.
En esta aventura que llega al cenit del Universo Cinematográfico de Marvel, Thanos es la némesis perfecta. Es un villano magnífico, sin duda el mejor que hemos visto hasta el momento. Es un tipo al que hemos ido conociendo levemente en las cintas anteriores. Es un villano de quien sabemos mucho, un tipo al que conocíamos antes de entrar en el cine. Sabíamos que fue el responsable de que Loki acudiera a la Tierra, sabemos que es el padre adoptivo de Gamora y Nebula, sabemos que quiere las Gemas del Infinito. Lo conocíamos antes de ver esta película y salimos de ella conociéndolo mejor.