Spammers del Mes (julio): Tatiana Maslany y Nikolaj Coster-Waldau
Tatiana Maslany (Orphan Black) y Nikolaj Coster-Waldau (Game of Thrones) nos han dado algunos de los mejores momentos de julio, Maslany con la recta final de la serie que protagoniza y Coster-Waldau con algunos de los episodios más impresionantes de Game of Thrones. María Lage nos habla sobre ella, y Daniel Bernat sobre él.
Tatiana Maslany (Orphan Black)
Tatiana Maslany es el corazón de Orphan Black, una serie original e interesante, que a mí personalmente me ha encantado, pero que, al fin y al cabo, no es más que una serie de ciencia ficción canadiense sin demasiadas pretensiones. Aún así, pese a tratarse de una serie de ciencia ficción, Maslany ha conquistado a crítica y público con un excepcional trabajo que ha convertido Orphan Black en un producto de lo más notable, haciendo que un género normalmente ausente en las entregas de premio estuviera en las listas y quinielas de numerosos espectadores. Y sí, acabo de afirmar que la serie es mejor gracias al trabajo de esta actriz. Ella es la fuerza motora de la serie, porque no sólo es la actriz que interpreta a casi todos los personajes, es que lo hace brillantemente bien con cada uno de ellos. Este espectacular trabajo le valió un muy merecido Emmy a Mejor actriz de Drama en 2016. Este año no ha estado nominada, puesto que el calendario de la serie lo estipuló así, pero espero que la veamos en los Globos de oro y premios Emmy del 2018.
Oprhan Black ha sido una oportunidad de oro para Maslany y la mujer ha sabido aprovecharla al máximo. Muchos podréis pensar que cualquier interprete se favorece de un buen papel, pero no es cierto, en otra ocasión os puedo citar decenas de ejemplos de personajes impecables arruinados por malos actores y de personajes mediocres levantados por buenos profesionales. Sea como sea, Maslany se encontró con cuatro personajes profundos y complejos (más otros tantos personajes más o menos recurrentes y secundarios) y los llevó a todos a altísimas cotas de excelencia.
Si tuviera que describir a mujeres tan diferentes como Sarah Manning, Cosima Niehaus, Alison Hendrix, Helena o Rachel Duncan, creo que no usaría ni un solo adjetivo que fuera común a todas ellas. Si no conociera el trabajo de Tatiana, me costaría creer que alguna actriz fuera capaz de interpretar a esos personajes tan distintos y hacerlos verosímiles, pero Maslany lo hace. No tengo ni la más remota idea de cómo es Tatiana, porque cuando veo a Cosima huir de un bebé, a Allison abrazarlo mimosa y a Helena … siendo Helena, todas me parecen tan creíbles que creo que subyace la verdadera personalidad de la actriz que se esconde bajo las pelucas, pero todas son interpretadas por la misma mujer y salvo que Maslany tenga personalidad múltiple, tengo que pensar que algunos de sus personajes no tienen nada que ver con ella y que simplemente es capaz de hacernos creer cualquier cosa.
En el trabajo del mes por el la nominamos, quiero destacar la frialdad que usa Rachel Duncan como tapadera para sus miedos, el miedo que tiene Cosima a la muerte y a la soledad, la soledad que siente Sarah como una pesada losa, agravado por la perdida. Y la evolución de Allison y Helena, una que ha cambiado para parecerse a si misma y otra que se ha descubierto a si misma al descubrir que su mundo ha cambiado.
Nikolaj Coster-Waldau (Game of Thrones)
El caso de Jaime Lannister es bastante curioso. Es quizá uno de los mayores damnificados con la adaptación de la saga Canción de Hielo y Fuego, porque nada tienen que ver sus actitudes y decisiones con respecto al de su homólogo en las novelas. El Jaime que conocen los espectadores vive por y para Cersei, su hermana a la que profesa un amor que roza lo enfermizo, y que parecía haber tomado otro rumbo o al menos parecía que veía las cosas de otra manera tras el tiempo que compartió con Brienne, pero a partir del final de la cuarta temporada, la cosa cambió notablemente hasta llegar a donde nos encontramos a día de hoy. Pero pese a ello, pese a que muchos lectores desearíamos ver al Jaime de las novelas, por lo menos nos conformamos con que Nikolaj Coster-Waldau cumple con su papel a la perfección, con buenas actuaciones y aunque sea otro Jaime Lannister, no queda en evidencia ante la falta de carisma que le proporciona el actor, algo que no se puede decir de otros protagonistas de la serie.
Su mejor momento en esta séptima temporada, por ahora, ha tenido lugar en el 7×04, que no entra para la valoración de julio sino para la de agosto, pero eso no quita para que durante los tres primeros episodios hayamos tenido buenas escenas del hermano de Tyrion y Cersei. Por ejemplo, negociando con Randyll Tarly su apoyo para hacer frente al ejército de Daenerys en el 7×02, o cuando tiene esa magnífica conversación que pone fin al 7×03 con Olenna Tyrell. Justamente ese cierre de episodio es uno de los puntos altos de la temporada, ya que Jaime descubre la verdad acerca de la muerte de Joffrey, algo que podría (o no) hacerle cambiar de parecer sobre su hermano pequeño, a quien consideraba partícipe a algún nivel de la misma. Además, es una bofetada tremenda, porque tuvo delante de sus narices durante todo este tiempo a la responsable y nunca llegó a saberlo. Tal vez haya sido clave para que en la conversación que tuvieron ambos Lannister en el 7×05, el personaje de Nikolaj no le rebanara el pescuezo y aceptara creerle mínimamente sobre los Caminantes Blancos y el problema que se avecina.
Con la séptima temporada tan cerca de acabar, hay quien todavía se pregunta si este Jaime puede reconducir su actitud hacia el que tenemos en las novelas. Yo soy escéptico al respecto, pero por lo menos, me conformo con que cuando salga Nikolaj en pantalla, no desluzca todavía más al personaje que los responsables de la serie decidieron transformar en el juguete de Cersei, y por ahora el actor danés cumple con creces en este aspecto.